miércoles, 14 de junio de 2017

Mentes Libres

Los estados alterados de conciencia, pasadas todas las tardes de invierno, con las mejillas rosadas de los vientos me han pasado mil historias.
Y ahora que puedo y que tengo tiempo de escribirte me recrearé en los detalles de estos días.
Una semana, una semana, un mes, un año.
Un remedio, ¿por qué? De vez en cuando el cielo, el cielo.
Y más miel, y más miel ... Y dulces instantes de paz.
Y así soñando con el murmullo del próximo siglo, entre tierra y viento, entre luz, a contracorriente, sí, así cabalgaré yo y así quiero morir, sin caballo.
Allí, abajo, o arriba, en el valle. Entre senderos desnudos, entre caballos, perros, cerdos, gallinas, lobos, zorros.
Sin dueño, sin propietarios .. cabrones como somos no nos hará falta la estrella arriba, no, con las brujas, con las ninfas lilas, violetas y negros, entre el azul, el negro y el rojo, el rojo en la piel.
Y entre la miel y el caramelo dejaré de dormir de lunes a viernes?
Y entre la noche y el día dejaré de ser quien soy o la sombra de quién era?
Y si sueño y el sueño me resbala entre los dedos dormido en los caminos?
Y si por lo que fuera detengo la mirada y me sorprendes con un puente inédito y mágico?
Con todo la mente durmió, dejé la sábana con recuerdos, corazones, ternura y de la fresa que tenemos entre los labios nació la visión ocular y con tantas madrugadas buscando la prosa dentro de los poemas mentales automáticos y con tantas miradas danzando por las calles del pueblo, y con tanta estima, amor, permaneceremos así pasen los años que pasen, venga quien venga, se vaya quien sea y con todo conquistar la plenitud sin querer nada más de esta tierra que hundimos día a día con la mentalidad de que todo está terminado cuando todo empieza y se enciende cada verso quien sabe si así aprendemos a sembrar en lugar de destruir, quien sabe si seremos quienes éramos y donde estábamos, quien duerme, quien vela por los sueños de los segadores y enciende la llama a diario, quien abre puertas, ventanas, persianas, hacia lo volátil ..
Y enlazaremos con las palabras miradas antiguas y nuevas, vigilando eternos, para nunca ser esclavos, víctimas, fósiles, enterrados, en las minas del tiempo.
Y estamos donde estamos, y seremos quienes seremos, iremos donde queramos y abriremos los corazones de arriba abajo, una única manera, salvaje y entrañable, de quien somos y de qué manera nos convertiremos.
Y cuando todo acabe que será cuando todo renacerá nos miraremos a los ojos y nos daremos la mano, parafraseando los clásicos y abriendo límites si las hay ... Hay? No sé, no lo quiero saber, cada vez que abrimos las puertas de la percepción todo se muestra tal y como en realidad es, y ser rasero por las palabras que dicen que lleva al viento cuando eres roca sobre roca, y rocas, sin agua que nos perfore ni martillo que pueda oponerse al tamaño del sol en las manos.
Con todo, todo el mundo enlaza de cualquier manera con todos, siempre hay el subconsciente vivo, y entre la noche y la cama y un camino encogido sin pasillos ni países, lenguas o símbolos, el pasillo de la muerte que les recuerda que somos masas y que poco a poco las cartas caen.
Pensando en ese castillo de naipes alguien quizás imaginaria los sueños de un niño o una niña, allí en la playa con la arena, haciendo castillos con los padres, con los abuelos, amigos, vecinos y vecinas, y de vez en cuando alguien bramarà el cielo y el cielo se nos viene encima como en los clásicos cómics de dibujos preciosos y precisos.
¡Pues sí!, no hay forma más extraña que comunicarse con palabras y no comunicarse.
Sin lenguaje las cosas vendrían como habíamos imaginado, poco a poco venceremos.
Ganaremos la guerra final, la batalla más larga, también la más silenciosa y que abarca, con los arañazos cualquier sábana que sirva de bandera o de insignia, por qué? ¿Por qué todas son impuestas y deseo mi mente desnuda y completamente comunicable, libre, para hacer y deshacer, para deshacer el mundo, también, con música heroica y la roca en el puño, por si aparecen nuevos líderes, del extremo que sea, y ya sabes el por qué, porque las preguntas? Porque las respuestas? Para que los poemas? Porque trabajas o no lo haces si dependemos de ellos?
Por trabajo no será, mira que hay ... Mira fijamente al frente, hay, aquí allí, con el pueblo unido en las minas del futuro nunca prorrogable, con maquinaria milenaria, con el frío congelado de las espinas de los cuerpos que te encuentras por los caminos que unen, ahora, con la misma fuerza que la primera gran glaciación, y es por eso que escribo o no, y depende de cómo y depende de que, por si por mí fuera estaríamos tratando con minerales y el cultivo de la tierra sería el mejor pagado, con la marihuana bien libre y los ojos abiertos, basta ya del gran engaño y en la mente se vertebra la fuerza de los huertos ricos que dejaremos, cargados de plantas alucinógenas, setas, raíces, belladona y las flores más salvajes, ya abolidas las prohibiciones hacia la libertad de consumo en todo el planeta más extraño, con las extrañas bestias que llegan de todas partes del universo para dejarlo todo bien claro ...
Y ya nadie es como era, y aparecemos y desaparecemos por arte de magia, sin trucos, sin ningún truco, los trucos no llevan la magia ni tampoco la suerte, la visualización panorámica sí, es la más primigenia, la más antigua, universal y transferible, podemos dar fuerza, partes, y con visión panorámica y liberada podemos ser fieles y podemos llegar a girar cada tortilla,
con la fuerza de las gallinas que hacen de nuevo el estreñimiento, ningún huevo caliente por quien se aprovecha y las nuevas canciones nos re-inventan a cada paso, a cada instante, en cada momento, y qué más? Pues sencilla y enigmática, la respuesta, ahora baila enlazada a tus brazos, en sonido al unísono.
Con todo soy trovador, no quieras que el trovador busque, él encuentra, sin importar: todo, importante: nada. Con él pasan las lunas más amargas por los jefes menos abiertos menos mágicos y en él pasan las lunas dulces dirigidas a todas las mejillas, a todas, también a las más rosadas, en ellas se refleja el valor de cada verso mientras jugamos a serenar la devolución hacia la acción.
Jugaremos a encontrarnos como gatos y perros, con ello las minas brotarán en la península, la tierra libre será el terreno de cada uno, con las estrellas rojas sobre cada barra de bar, con la estrella dorada ante los olivos libres, con veinte estrellas blancas contemplándonos, desnudos y con ellos las veinte garras, los veinte arañazos, con un castillo de ladrillos de oro sobre fondo grana, con las lecciones aprendidas sin maestros ni presas, sin aulas, sin estigmas, sin castigos, sistemas, sin gente, incluso, sin horizontes, planetas, cosmos, con tu cuerpo haciendo de bocado sin mozos de escuadra, sin arma amenazándonos, sin controles, nada, por ser rasero, juntos, y adivinar la certeza no impuesta, ni impostora, nunca mentirosa, convirtiéndose en verso veneno y cielo, con los castillos entre las barras que quieren encarcelar seleccionados, y con lo que sabemos y con lo que callamos ... Mejor no abrir la boca, mejor no entrar perros, mejor entren los gatos salvajes. Vivos.
Y se derivan las luchas hacia horizontes nunca conquistados, resistiremos en un palmo de terreno, si es necesario, haciéndonos fuertes, fuertes y así podremos empezar a desvelar que hace el hombre allí, que hacen las mujeres allí, que haces tú, el otro, el de más allá y así poder relacionarnos sin preguntarnos ni humillarnos, con el objetivo siempre claro: cambiar la situación. Atacar el triángulo, el de arriba, lo que es más alto, con el fondo monetario.
Mentirosas y mentirosos títeres del poder al que defienden con uñas y dientes, policías, políticos, banqueros, ejércitos, Iglesia y demás, no tendrán nada que hacer, el pueblo que ahora se revuelta y que sólo tiene preguntas con forma de respuesta es justamente la respuesta, el fin, el punto de partida, mientras los otros roban, roban.
Y del poema largo al corto, y de la métrica exacta al caos, o del cuerpo a la mente, lamentable, se hace firme un latido de ideas saladas, que no cuecen en ningún cerebro joven o viejo, el resultado a tus prodigios de antes de ayer.
Porque la mente libre es la mente abierta a todo, porque la verdad no entiende de sacrificios, la verdad no entiende de lágrimas ni rimas, la verdad no nos entiende, ni a ti ni a mí.

Y de vez en cuando estaremos donde estábamos antes de empezar a vivir y escribir, entre silencios mudos, entre pasillos de la memoria ocultar y atenta a la mar salada que se manifiesta en un segundo libre como las lunas lilas, en ellas y en su mar hay quien se vuelve loco con tantas olores de flores cuando las onomatopeyas se caen al suelo en un ceda el paso permanente ...

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