viernes, 15 de noviembre de 2024

MIGUEL HERNANDEZ (POETA)























La Orihuela de Miguel Hernández es en 1923 un pueblo de mentalidad rural y conservadora, gobernada por Carlistas y ultra católicos como el militar y terrateniente Francisco Díe, activo integrante de la Organización Agraria Católica; el maurista Federico Linares y el banquero Antonio Balaguer; todos ellos integrados en la nueva política económica de José Calvo Sotelo y vinculados tanto a las elites agrarias valencianas como a los intereses del regadío tradicional murciano, La España de Miguel Hernández. Sueños de juventud (1923-1933) Cuadernos Republicanos, n.º 109 Primavera-verano 2022 - ISSN: 1131-7744 15 reactivado y rearmado desde la poderosa trinchera de la flamante Confederación Hidrográfica del Segura. En 1923, coincidiendo con la nueva etapa histórica, Miguel pasa a estudiar el bachillerato en el colegio Santo Domingo de Orihuela, regentado por los jesuitas, que le proponen para una beca con la que continuar sus estudios, la cual rechaza su padre, que consideraba que sabía ya lo suficiente como para poder atender los negocios familiares. En 1925 abandonó los estudios por orden paterna para dedicarse en exclusiva al pastoreo. Mientras cuidaba el rebaño, Hernández leía con avidez y escribía sus primeros poemas. Por entonces, el canónigo Luis Almarcha Hernández, preocupado por la formación de un alumno que consideraba brillante, puso a disposición del joven poeta libros de San Juan de la Cruz, Gabriel Miró, Paul Verlaine y Virgilio, entre otros. Sus visitas a la biblioteca pública eran cada vez más frecuentes y empezó a formar un improvisado grupo literario junto a otros jóvenes de Orihuela en torno a la tahona de su amigo Carlos Fenoll. Los principales participantes en aquellas reuniones eran, además de Hernández y del propio Carlos, su hermano Efrén Fenoll, Manuel Molina y José Marín Gutiérrez, futuro abogado y ensayista que posteriormente adoptaría el seudónimo de Ramón Sijé, quien fue póstumamente conocido por la famosa Elegía, y que fue en vida no solo su amigo, sino también su compañero de inquietudes literarias. Los libros fueron la principal fuente de educación del poetacabrero, convirtiéndose en una persona totalmente autodidacta. Los grandes autores del Siglo de Oro: Miguel de Cervantes, Lope de Vega, Pedro Calderón de la Barca, Garcilaso de la Vega y, sobre todo, Luis de Góngora, oficiaron como sus principales maestros en la provinciana Oleza (así llamaba a Orihuela Gabriel Miró), alejado de los ruidos de sable de la capital, donde Primo de Rivera, con el beneplácito del rey, iba acumulando todo el poder por medio de un Directorio Militar que gobernaría el país. Además, prohibió los partidos políticos y censuró la prensa, cerrando así el camino a los jóvenes valores literarios y a las nuevas ideas.



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