Si mediante la abstracción redujéramos la población de la Tierra a
una pequeña aldea de solo cien habitantes, manteniendo las
proporciones existentes actuales, se corroboraría el siguiente
cálculo, de ellos :
serían cincuenta y siete asiáticos,
veintiún europeos,
ocho africanos,
cuatro americanos.
En cuanto a sexo habrían:
cincuenta y dos mujeres y Cuarenta y ocho hombres.
En orientación sexual serían:
ochenta y nueve heterosexuales y once homosexuales.
En cuanto afiliaciones religiosas:
treinta serían cristianos,
veinte musulmanes,
trece hindúes,
veinticinco de otras religiones
y doce no religiosos.
Ocho personas poseerían el cincuenta y nueve por ciento de toda la riqueza y solamente dos serian norteamericanos.
De las cien personas, ochenta vivirían en condiciones infrahumanas setenta serían analfabetos y cincuenta sufrirían de desnutrición. Una persona estaría a punto de morir. Un bebé a punto de nacer. Sólo una (si, sólo una) tendría educación universitaria. En esta aldea, solo una persona que poseyera computadora… Al analizar nuestro mundo actual desde esta perspectiva tan reducida, se hace evidente la necesidad de la aceptación, el entendimiento, la educación y sobre todo, la tolerancia. Esto nos lleva a pensar… Si, usted, se levantó esta mañana con más salud que enfermedades entonces, usted, tiene más suerte que millones de personas que no alcanzarán a sobrevivir esta semana. Si, usted, nunca experimentó los peligros de la guerra, la soledad de estar preso, la agonía de ser torturado, o la aflicción del hambre, entonces, usted, está mejor que quinientos millones de personas. Si, usted, puede ir a su iglesia sin miedo de ser humillado o muerto, entonces, usted, es más afortunado que tres mil millones de personas en el mundo. Si , tiene comida en el refrigerador, ropa en el armario, un techo sobre su cabeza y un lugar donde dormir, usted, es más materialmente más rico que el setenta y cinco porciento de la población mundial. Si, usted, guarda dinero en el banco, en su cartera, y tiene algunas monedas guardadas en una caja fuerte… entonces ya está entre el ocho porciento más ricos de este mundo. Si sus padres aún están vivos y unidos, usted, es una persona muy rara. Si, usted, leyó este mensaje, tiene mejor suerte que millones de personas en este mundo, que ni siquiera saben leer.
Fuente: ENCICLOPEDIA DE CURIOSIDADES VOLUMEN II
(Eduardo Cordoví Hernandez)
serían cincuenta y siete asiáticos,
veintiún europeos,
ocho africanos,
cuatro americanos.
En cuanto a sexo habrían:
cincuenta y dos mujeres y Cuarenta y ocho hombres.
En orientación sexual serían:
ochenta y nueve heterosexuales y once homosexuales.
En cuanto afiliaciones religiosas:
treinta serían cristianos,
veinte musulmanes,
trece hindúes,
veinticinco de otras religiones
y doce no religiosos.
Ocho personas poseerían el cincuenta y nueve por ciento de toda la riqueza y solamente dos serian norteamericanos.
De las cien personas, ochenta vivirían en condiciones infrahumanas setenta serían analfabetos y cincuenta sufrirían de desnutrición. Una persona estaría a punto de morir. Un bebé a punto de nacer. Sólo una (si, sólo una) tendría educación universitaria. En esta aldea, solo una persona que poseyera computadora… Al analizar nuestro mundo actual desde esta perspectiva tan reducida, se hace evidente la necesidad de la aceptación, el entendimiento, la educación y sobre todo, la tolerancia. Esto nos lleva a pensar… Si, usted, se levantó esta mañana con más salud que enfermedades entonces, usted, tiene más suerte que millones de personas que no alcanzarán a sobrevivir esta semana. Si, usted, nunca experimentó los peligros de la guerra, la soledad de estar preso, la agonía de ser torturado, o la aflicción del hambre, entonces, usted, está mejor que quinientos millones de personas. Si, usted, puede ir a su iglesia sin miedo de ser humillado o muerto, entonces, usted, es más afortunado que tres mil millones de personas en el mundo. Si , tiene comida en el refrigerador, ropa en el armario, un techo sobre su cabeza y un lugar donde dormir, usted, es más materialmente más rico que el setenta y cinco porciento de la población mundial. Si, usted, guarda dinero en el banco, en su cartera, y tiene algunas monedas guardadas en una caja fuerte… entonces ya está entre el ocho porciento más ricos de este mundo. Si sus padres aún están vivos y unidos, usted, es una persona muy rara. Si, usted, leyó este mensaje, tiene mejor suerte que millones de personas en este mundo, que ni siquiera saben leer.
Fuente: ENCICLOPEDIA DE CURIOSIDADES VOLUMEN II
(Eduardo Cordoví Hernandez)
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