Yo pasaba de ellas cuando las veía en
un jardín en sus macetas colocadas en serie o adornando graciosos
arbustos.
Un día me extravié en el campo. Llegó
la noche, y me fue imposible encontrar mi camino. Vagaba sin rumbo
ni guía, y así pasaron rápidas las horas sin que pudiese alejarme
de aquel laberinto.
Al fin ya amaneciendo, logré salir del bosque y un delicioso jardin apareció a mi vista. La débil y rosada luz de la aurora empezaba a iluminar la tierra, y como la entrada del jardín estaba abierta, entré sin vacilar en aquel vergel encantador. No he visto antes ni después un paraje más delicioso. Era un extenso parque en el que se elevaban majestuosamente miles de árboles gigantescos, proyectando su sombra .sobre el césped cubierto de rocío. Algunas caprichosas fuentes dejaban escuchar el monótono sonido de la caída del agua. Varias estatuas de bellas ninfas se divisaban a lo lejos, pareciendo divinidades protectoras de aquel lugar.
Los pájaros empezaban a entonar sus cantos melodiosos. Unos daban un triste adiós a la noche, otros saludaban con júbilo al día.
Los insectos revoloteaban alrededor de las plantas, y brillaban en el espacio como astros luminosos. Las flores ¡no he visto flores más encantadoras en mi vida! La rosa (1), la magnolia (2) y la azucena (3), perfumaban el ambiente ; la camelia (4), el pensamiento (5) y la margarita (6) , embellecían el jardín.
Todas las flores estaban allí reunidas sin excepción; desde la victoria regia que crece a orillas de los grandes ríos de la América meridional, hasta la poética y humilde violeta que se cultiva en casi todos los jardines de España. Imposible me hubiera sido decir cual de aquellas plantas era más bella o atraía más mi miradas.
¡Que hermosas son! exclamé, inclinándome sobre ellas. Y extendí la mano para coger una rama de myosotis, vulgarmente llamada nomeolvides (7). Iba a tronchar la flor, cuando me pareció escuchar un gemido. Asombrado y confundido me aparté involuntariamente buscando alguna explicación a una cosa tan incomprensible para mí. Parecía que el gemido había sido lanzado por la misma flor. ¿Acaso, me pregunté, sufrirán las plantas cuando las maltratamos arrancándolas de su tallo? ¡Sí!, me respondió un acento armonioso que no parecía pertenecer a este mundo. ¿Tienen, pues, alma las flores? No obtuve ninguna respuesta, o si la obtuve no la oí, abstraído como me hallaba ante el extraño espectáculo que se presentó a mi vista. Las flores abrieron sus cálices, y de cada uno de ellos algo salió. Lo que salió de las flores no lo sabría explicar; no era un hada , ni una luz, ni un insecto, sino una esencia más pura, más ideal, que cuantas pueda imaginar el hombre . Yo la contemplaba absorto, embebecido y sin poder darme cuenta de lo que pasaba a mi alrededor. Muchas veces había oído decir que las flores tienen alma, pero jamás lo había creído; y aun cuando no lo hubiera dudado, nunca hubiese podido sospechar que ese alma pudiera abandonar la planta y vagar por el espacio como el espíritu del hombre hace sin duda mientras el cuerpo se entrega al reposo. ¿A dónde iban esas almas? ¿Qué querían? ¿Qué es lo que buscaban? Se hallaban allí seguramente buenas y malas, queridas y odiosas para mí. Sentía la benéfica influencia de las unas, el fatal contagio de las otras. ¿Quiénes sois? les pregunté fascinado. ¡Yo!, me dijo una azucena, soy un alma cándida y sencilla, más blanca que mis hojas, más pura que el aroma que exhalo. Yo, prosiguió una rosa, soy un alma ardiente, apasionada, mi amor es vivo, animado como mis pétalos, mí vida breve. Yo, añadió un pensamiento, soy un alma reflexiva que goza con sus recuerdos. Yo, continuó una violeta, soy un alma modesta, amo la oscuridad y el silencio, me albergo bajo las hojas para buscar en su escudo amparo y protección. ¡Yo!, murmuró una margarita, tengo un alma virgen, un corazón de oro, sencillo y puro como el de un niño. Y así fueron hablando todas las plantas, unas altivas, otras amantes, algunas indiferentes. Y a medida que me decían sus nombres y sus atractivos, aquella esencia iba desapareciendo, y las flores volvían a quedarse bellas, pero sin vida. En balde las llamé, en vano las hablé; ninguna pudo contestarme ni comprenderme. ¿Pero qué me importaba ya? ¿Acaso no sabía que velando a esas horas podía contemplar semejante fenómeno diariamente? Muchas veces me había encontrado a medianoche en las calles de la ciudad, pero sabido es que en ninguna de ellas hubiera podido hallar el extraño espectáculo que acababa de ver. " La impresión que me dejó fue igual a la que produce un sueño. Cuando al cabo pude salir de aquel parque, la noche había huido llevándose mi encanto.
Las plantas llenas de rocío se inclinaban tristemente hacia la tierra.
Las aves cruzaban el espacio.
Los insectos se posaban libremente sobre aquellas flores poco antes llenas de vida.
El sol lanzaba sobre .aquel lugar sus primeros rayos. Sabido es que la luz del sol hace olvidar todas las quimeras; pero en esta ocasión no fue así. Volví a mi casa triste y pensativo... Las flores solo viven de noche; los mortales solo de día. ¿Serán acaso unas mismas almas las que nos animen?
Al fin ya amaneciendo, logré salir del bosque y un delicioso jardin apareció a mi vista. La débil y rosada luz de la aurora empezaba a iluminar la tierra, y como la entrada del jardín estaba abierta, entré sin vacilar en aquel vergel encantador. No he visto antes ni después un paraje más delicioso. Era un extenso parque en el que se elevaban majestuosamente miles de árboles gigantescos, proyectando su sombra .sobre el césped cubierto de rocío. Algunas caprichosas fuentes dejaban escuchar el monótono sonido de la caída del agua. Varias estatuas de bellas ninfas se divisaban a lo lejos, pareciendo divinidades protectoras de aquel lugar.
Los pájaros empezaban a entonar sus cantos melodiosos. Unos daban un triste adiós a la noche, otros saludaban con júbilo al día.
Los insectos revoloteaban alrededor de las plantas, y brillaban en el espacio como astros luminosos. Las flores ¡no he visto flores más encantadoras en mi vida! La rosa (1), la magnolia (2) y la azucena (3), perfumaban el ambiente ; la camelia (4), el pensamiento (5) y la margarita (6) , embellecían el jardín.
Todas las flores estaban allí reunidas sin excepción; desde la victoria regia que crece a orillas de los grandes ríos de la América meridional, hasta la poética y humilde violeta que se cultiva en casi todos los jardines de España. Imposible me hubiera sido decir cual de aquellas plantas era más bella o atraía más mi miradas.
¡Que hermosas son! exclamé, inclinándome sobre ellas. Y extendí la mano para coger una rama de myosotis, vulgarmente llamada nomeolvides (7). Iba a tronchar la flor, cuando me pareció escuchar un gemido. Asombrado y confundido me aparté involuntariamente buscando alguna explicación a una cosa tan incomprensible para mí. Parecía que el gemido había sido lanzado por la misma flor. ¿Acaso, me pregunté, sufrirán las plantas cuando las maltratamos arrancándolas de su tallo? ¡Sí!, me respondió un acento armonioso que no parecía pertenecer a este mundo. ¿Tienen, pues, alma las flores? No obtuve ninguna respuesta, o si la obtuve no la oí, abstraído como me hallaba ante el extraño espectáculo que se presentó a mi vista. Las flores abrieron sus cálices, y de cada uno de ellos algo salió. Lo que salió de las flores no lo sabría explicar; no era un hada , ni una luz, ni un insecto, sino una esencia más pura, más ideal, que cuantas pueda imaginar el hombre . Yo la contemplaba absorto, embebecido y sin poder darme cuenta de lo que pasaba a mi alrededor. Muchas veces había oído decir que las flores tienen alma, pero jamás lo había creído; y aun cuando no lo hubiera dudado, nunca hubiese podido sospechar que ese alma pudiera abandonar la planta y vagar por el espacio como el espíritu del hombre hace sin duda mientras el cuerpo se entrega al reposo. ¿A dónde iban esas almas? ¿Qué querían? ¿Qué es lo que buscaban? Se hallaban allí seguramente buenas y malas, queridas y odiosas para mí. Sentía la benéfica influencia de las unas, el fatal contagio de las otras. ¿Quiénes sois? les pregunté fascinado. ¡Yo!, me dijo una azucena, soy un alma cándida y sencilla, más blanca que mis hojas, más pura que el aroma que exhalo. Yo, prosiguió una rosa, soy un alma ardiente, apasionada, mi amor es vivo, animado como mis pétalos, mí vida breve. Yo, añadió un pensamiento, soy un alma reflexiva que goza con sus recuerdos. Yo, continuó una violeta, soy un alma modesta, amo la oscuridad y el silencio, me albergo bajo las hojas para buscar en su escudo amparo y protección. ¡Yo!, murmuró una margarita, tengo un alma virgen, un corazón de oro, sencillo y puro como el de un niño. Y así fueron hablando todas las plantas, unas altivas, otras amantes, algunas indiferentes. Y a medida que me decían sus nombres y sus atractivos, aquella esencia iba desapareciendo, y las flores volvían a quedarse bellas, pero sin vida. En balde las llamé, en vano las hablé; ninguna pudo contestarme ni comprenderme. ¿Pero qué me importaba ya? ¿Acaso no sabía que velando a esas horas podía contemplar semejante fenómeno diariamente? Muchas veces me había encontrado a medianoche en las calles de la ciudad, pero sabido es que en ninguna de ellas hubiera podido hallar el extraño espectáculo que acababa de ver. " La impresión que me dejó fue igual a la que produce un sueño. Cuando al cabo pude salir de aquel parque, la noche había huido llevándose mi encanto.
Las plantas llenas de rocío se inclinaban tristemente hacia la tierra.
Las aves cruzaban el espacio.
Los insectos se posaban libremente sobre aquellas flores poco antes llenas de vida.
El sol lanzaba sobre .aquel lugar sus primeros rayos. Sabido es que la luz del sol hace olvidar todas las quimeras; pero en esta ocasión no fue así. Volví a mi casa triste y pensativo... Las flores solo viven de noche; los mortales solo de día. ¿Serán acaso unas mismas almas las que nos animen?
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(1)-
Nombre común: Rosa
División: Magnoliophyta
Clase: Magnoliopsida
Orden: Rosales
Familia: Rosacea
Alrededor de 100, agrupadas en cuatro subgéneros, y varias secciones
El género Rosa está compuesto por un conocido grupo de arbustos espinosos y floridos representantes principales de la familia de las rosáceas. Se denomina rosa a la flor de los miembros de este género y rosal a la planta.
El número de especies ronda las 100, la mayoría originarias de Asia y un reducido número nativas de Europa, Norteamérica y África noroccidental. Tanto especies como cultivares e híbridos se cultivan como ornamentales por la belleza y fragancia de su flor; pero también para la extracción de aceite esencial, utilizado en perfumería y cosmética, usos medicinales (fitoterapia) y gastronómicos.
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(2)-
Nombre común: Magnolia
Reino: Plantae
División: Magnoliophyta
Clase: Magnoliopsida
Subclase: Magnoliidae
Orden: Magnoliales
Familia: Magnoliaceae
Magnolia es un género con alrededor de 120 especies de plantas de la familia de las Magnoliáceas. Se localizan principalmente en el este de Estados Unidos, México, Centroamérica, sudeste de Asia y Sudamérica.
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(3)-
Nombre común: azucena
Reino: Planta
Clase: Liliopsida
Familia: Liliacea
Género: Lilium
Especie: Lilium candidum
Flor de Lilium candidum.
Los tépalos se han separado y la flor está completamente abierta. El líquido estigmático se volvió visible y viscoso, lo que indica que la flor es receptiva. El líquido estigmático previene la deshidratación de la superficie y provee un medio adecuado para la germinación de los granos de polen.
Lilium candidum, lirio o azucena, del árabe assusana, es una planta vivaz de porte herbáceo, que pertenece a la familia de las Liliáceas.
Posee un tallo subterráneo bulboso y otro aéreo herbáceo, provisto de numerosas hojas.
Flores aparentes, hermafroditas, actinomorfas, y trímeras; situadas en la terminación del escapo o tallo herbáceo, presentan un periantio de seis tépalos blancos, libres entre sí, provistos de nectarios.
Androceo formado por seis estambres y gineceo de ovario súpero (los demás verticilos se insertan en el receptáculo por debajo de aquél: flores hipoginas), tricarpelar y pluriovulado.
El fruto es una cápsula de dehiscencia loculicida. Las semillas maduras tienen color pálido.
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(4)-
Nombre común: Camelia
Reino: Planta
División: Magnoliophyta
Clase: Magnoliopsida
Orden: Ericales
Familia: Theaceae
Tribu: Theeae
El género Camelia agrupa entre 100 y 250 especies (hay cierta controversia sobre el número exacto) originarias de las regiones tropicales y subtropicales de Asia sudoriental, China y Japón. Se las encuentra en los bosques situados a media altura sobre el nivel del mar. Un botánico y misionero jesuita del siglo XVII, Georg Josephus Kamel (también conocido como Camellus), las describió y dibujo después de un viaje a Filipinas a bordo de un galeón español, Carlos Linneo nombró a este género en su honor.
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(5)-
Nombre común: Pensamiento
Reino: Planta
División: Magnoliophyta
Clase: Magnoliopsida
Orden: Malpighiales
Familia: Violacea
Género: Viola
Especie: V. x wittrockiana
Los pensamientos son plantas híbridas ornamentales, cultivadas por sus vistosas flores, obtenidas de la especie silvestre Viola tricolor; aunque a veces se la llama Viola tricolor hortensis, en rigor el nombre científico correcto para los híbridos es Viola × wittrockiana. Pertenecen al género de las violetas, dentro de la familia de las violáceas.
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(6)-
Nombre común: margarita
Reino: Planta
Subreino: Tracheobionta
División: Magnoliophyta
Clase: Magnoliopsida
Orden: Asterales
Las asteráceas (Asteraceae), también llamadas compuestas (Compositae Giseke, nom. cons.), reúnen más de 23.500 especies repartidas en unos 1600 géneros, por lo que son la familia de Angiospermas con mayor riqueza y diversidad biológica.23 La familia se caracteriza por presentar las flores dispuestas en una inflorescencia compuesta denominada capítulo la cual se halla rodeada de una o más filas de brácteas (involucro). El nombre "Asteraceae" deriva del género tipo de la familia Aster, término que -a su vez- proviene del griego ἀστήρ que significa "estrella" y hace alusión a la forma de la inflorescencia. Por otro lado, el nombre "compuestas", más antiguo pero válido, hace referencia al tipo particular de inflorescencia compuesta que caracteriza a la familia4 y que solo se halla en muy pocas familias de Angiospermas. Las compuestas presentan una considerable importancia ecológica y económica. Los miembros de esta familia se distribuyen desde las regiones polares hasta los trópicos, conquistando todos los hábitats disponibles, desde los desiertos secos hasta los pantanos y desde las selvas hasta los picos montañosos. En muchas regiones del mundo las compuestas llegan a integrar hasta el 10% de la flora vernácula. La familia contiene algunos géneros con una gran cantidad de especies, como es el caso de Eupatorium s.l. (1.200 especies), Senecio (con 1.000 especies) y Helichrysum (500-600 especies).
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(7)
Nombre común: Nomeolvides
Myosotis sylvatica,
Reino: Planta
División: Magnoliophyta
Clase: Magnoliopsida
Orden: Lamiales
Familia: Boraginacea
Género: Myosotis
Miosotis o Myosotis, conocida comúnmente como nomeolvides, es un género de plantas perteneciente a la familia Boraginaceae. Simbólicamente se conoce como la flor del amor desesperado o el amante eterno. Hay cerca de 50 especies con gran variación entre ellas. Sin embargo, la mayoría tiene pequeñas flores de 1 cm de diámetro con cinco pétalos azules que crecen en los extremos de los tallos en ramilletes. Son muy populares en los jardines como planta ornamental.
Nombre común: Rosa
División: Magnoliophyta
Clase: Magnoliopsida
Orden: Rosales
Familia: Rosacea
Especies:
Alrededor de 100, agrupadas en cuatro subgéneros, y varias secciones
El género Rosa está compuesto por un conocido grupo de arbustos espinosos y floridos representantes principales de la familia de las rosáceas. Se denomina rosa a la flor de los miembros de este género y rosal a la planta.
El número de especies ronda las 100, la mayoría originarias de Asia y un reducido número nativas de Europa, Norteamérica y África noroccidental. Tanto especies como cultivares e híbridos se cultivan como ornamentales por la belleza y fragancia de su flor; pero también para la extracción de aceite esencial, utilizado en perfumería y cosmética, usos medicinales (fitoterapia) y gastronómicos.
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(2)-
Nombre común: Magnolia
Reino: Plantae
División: Magnoliophyta
Clase: Magnoliopsida
Subclase: Magnoliidae
Orden: Magnoliales
Familia: Magnoliaceae
Magnolia es un género con alrededor de 120 especies de plantas de la familia de las Magnoliáceas. Se localizan principalmente en el este de Estados Unidos, México, Centroamérica, sudeste de Asia y Sudamérica.
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(3)-
Nombre común: azucena
Reino: Planta
Clase: Liliopsida
Familia: Liliacea
Género: Lilium
Especie: Lilium candidum
Flor de Lilium candidum.
Los tépalos se han separado y la flor está completamente abierta. El líquido estigmático se volvió visible y viscoso, lo que indica que la flor es receptiva. El líquido estigmático previene la deshidratación de la superficie y provee un medio adecuado para la germinación de los granos de polen.
Lilium candidum, lirio o azucena, del árabe assusana, es una planta vivaz de porte herbáceo, que pertenece a la familia de las Liliáceas.
Posee un tallo subterráneo bulboso y otro aéreo herbáceo, provisto de numerosas hojas.
Flores aparentes, hermafroditas, actinomorfas, y trímeras; situadas en la terminación del escapo o tallo herbáceo, presentan un periantio de seis tépalos blancos, libres entre sí, provistos de nectarios.
Androceo formado por seis estambres y gineceo de ovario súpero (los demás verticilos se insertan en el receptáculo por debajo de aquél: flores hipoginas), tricarpelar y pluriovulado.
El fruto es una cápsula de dehiscencia loculicida. Las semillas maduras tienen color pálido.
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(4)-
Nombre común: Camelia
Reino: Planta
División: Magnoliophyta
Clase: Magnoliopsida
Orden: Ericales
Familia: Theaceae
Tribu: Theeae
El género Camelia agrupa entre 100 y 250 especies (hay cierta controversia sobre el número exacto) originarias de las regiones tropicales y subtropicales de Asia sudoriental, China y Japón. Se las encuentra en los bosques situados a media altura sobre el nivel del mar. Un botánico y misionero jesuita del siglo XVII, Georg Josephus Kamel (también conocido como Camellus), las describió y dibujo después de un viaje a Filipinas a bordo de un galeón español, Carlos Linneo nombró a este género en su honor.
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(5)-
Nombre común: Pensamiento
Reino: Planta
División: Magnoliophyta
Clase: Magnoliopsida
Orden: Malpighiales
Familia: Violacea
Género: Viola
Especie: V. x wittrockiana
Los pensamientos son plantas híbridas ornamentales, cultivadas por sus vistosas flores, obtenidas de la especie silvestre Viola tricolor; aunque a veces se la llama Viola tricolor hortensis, en rigor el nombre científico correcto para los híbridos es Viola × wittrockiana. Pertenecen al género de las violetas, dentro de la familia de las violáceas.
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(6)-
Nombre común: margarita
Reino: Planta
Subreino: Tracheobionta
División: Magnoliophyta
Clase: Magnoliopsida
Orden: Asterales
Las asteráceas (Asteraceae), también llamadas compuestas (Compositae Giseke, nom. cons.), reúnen más de 23.500 especies repartidas en unos 1600 géneros, por lo que son la familia de Angiospermas con mayor riqueza y diversidad biológica.23 La familia se caracteriza por presentar las flores dispuestas en una inflorescencia compuesta denominada capítulo la cual se halla rodeada de una o más filas de brácteas (involucro). El nombre "Asteraceae" deriva del género tipo de la familia Aster, término que -a su vez- proviene del griego ἀστήρ que significa "estrella" y hace alusión a la forma de la inflorescencia. Por otro lado, el nombre "compuestas", más antiguo pero válido, hace referencia al tipo particular de inflorescencia compuesta que caracteriza a la familia4 y que solo se halla en muy pocas familias de Angiospermas. Las compuestas presentan una considerable importancia ecológica y económica. Los miembros de esta familia se distribuyen desde las regiones polares hasta los trópicos, conquistando todos los hábitats disponibles, desde los desiertos secos hasta los pantanos y desde las selvas hasta los picos montañosos. En muchas regiones del mundo las compuestas llegan a integrar hasta el 10% de la flora vernácula. La familia contiene algunos géneros con una gran cantidad de especies, como es el caso de Eupatorium s.l. (1.200 especies), Senecio (con 1.000 especies) y Helichrysum (500-600 especies).
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(7)
Nombre común: Nomeolvides
Myosotis sylvatica,
Reino: Planta
División: Magnoliophyta
Clase: Magnoliopsida
Orden: Lamiales
Familia: Boraginacea
Género: Myosotis
Miosotis o Myosotis, conocida comúnmente como nomeolvides, es un género de plantas perteneciente a la familia Boraginaceae. Simbólicamente se conoce como la flor del amor desesperado o el amante eterno. Hay cerca de 50 especies con gran variación entre ellas. Sin embargo, la mayoría tiene pequeñas flores de 1 cm de diámetro con cinco pétalos azules que crecen en los extremos de los tallos en ramilletes. Son muy populares en los jardines como planta ornamental.
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