Los hombres del Alzamiento de Pascua
Retrato de los 14 rebeldes irlandeses ejecutados por tomar parte en el Alzamiento de Pascua en Dublín. El 15.º nacionalista irlandés, Thomas Kent, fue ejecutado en mayo de 1916 por matar a un policía en Cork
El Lunes de Pascua de 1916 fue un día gris y lluvioso, con mucho viento. Dublín era entonces la segunda ciudad del imperio británico, y ese día los dublineses –jugadores empedernidos– no estaban preocupados tanto por la independencia como por acertar el ganador del Irish Grand National, la carrera de caballos más importante de la temporada. De hecho, la inmensa mayoría ni siquiera eran todavía nacionalistas, y se conformaban con un mayor grado de autonomía.
Pero ese día, entre los chaparrones y las ráfagas de viento del oeste, sin que nadie lo esperara (y menos aún el ejército británico, que estaba entretenido luchando en las trincheras francesas contra el enemigo teutón), un pequeño grupo de poetas, escritores y maestros socialistas revolucionarios que contaba con el apoyo tibio de Alemania ocupó la Oficina General de Correos de la Sackville Street (hoy O’Connell Street), reemplazó la Union Jack por la tricolor (el verde nacionalista, el naranja unionista y el blanco de la paz y la reconciliación), y Patrick Pearse leyó con voz solemne la proclamación de la República, que empieza así: “Irlandeses e irlandesas, en el nombre de Dios y de las generaciones muertas de las cuales recibió su vieja tradición y nacionalidad, Irlanda, a través de nosotros, convoca a sus hijos bajo su bandera y se rebela por su libertad”. Prometía el fin de la discriminación religiosa, y abogaba por la igualdad de oportunidades y el sufragio universal.
El levantamiento de Pascua, organizado por los siete miembros del consejo militar de la Hermandad Republicana Irlandesa y con el apoyo de únicamente 1.600 rebeldes en todo el país. Una semana más tarde, tras la llegada de veinte mil soldados británicos, la insurrección había sido sofocada con un balance de 450 muertos, más de la mitad civiles, y dos mil heridos. Dos centenares de edificios del centro de la capital fueron destruidos por la artillería británica. Poco después fueron fusilados todos los cabecillas de la sublevación en la cárcel de Kilmainham, y dice la leyenda que Pearse caminó hacia el paredón silbando un himno republicano. La única excepción fue Éamon de Valera, cuya sentencia de muerte fue conmutada por haber nacido en Nueva York y tener pasaporte norteamericano, y que acabó siendo presidente del gobierno y gran padre de la patria. Londres procedió a una brutal represión que –unida a la fatiga de la guerra mundial y la llamada obligatoria a filas– impulsó el nacionalismo. Las semillas de la independencia habían sido sembradas.
La Cumman na mBan (Liga de mujeres, en gaélico) jugaron un papel importante en el levantamiento, y se hicieron fuertes en el céntrico parque de St. Stephen’s Green hasta que los obuses lanzados por los ingleses desde la azotea del cercano Hotel Shelbourne (que todavía existe) las obligaron a emprender la retirada y atrincherarse en el edificio del Colegio de Médicos (que también sobrevive, no así otros escenarios como la fábrica de galletas Jacob, o la Clanwilliam House, desde donde los rebeldes disparaban a los soldados ingleses que intentaban cruzar el puente de Mount Street).
Por Moore Street, huyeron, a través de túneles excavados por ellos mismos, Pearse y los demás líderes del Consejo Militar (Connelly, MacDonagh, Plunkett, Ceannt, Clarke y McDermott) cuando la situación en Correos, seis días después del inicio de la lucha, se hizo insostenible. Y donde eventualmente se rindieron.
Ejecutados por su participación en el Alzamiento de Pascua
- Patrick Pearse
- Thomas Clarke
- Thomas MacDonagh
- Joseph Plunkett
- Edward Daly
- William Pearse
- Michael O'Hanrahan
- John MacBride
- Éamonn Ceannt
- Michael Mallin
- Cornelius Colbert
- Sean Heuston
- Sean MacDermott
- James Connolly
- Thomas Kent
- Roger Casement
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