Hoy empieza la primavera, un susurro,
pero el invierno aún se aferra al suelo,
con sus nubes grises y su hielo,
negándose a entregar su frío oscuro.
Cuando el sol despierte, ardiente y puro,
¿quién deshará este manto, este duelo?
Las flores esperan en su bello anhelo,
mientras un viento nuevo haga su apuro.
Nubes errantes, marchad con prisa,
dejad paso al Sol, al canto y al brillo,
que la vida renace, danza y se eterniza.
El invierno no quiere dar el relevo:
Hoy la primavera debería cantar con sonrisa,
y el Sol despertar en su mágico destello.
J. Plou
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