No estáis solos;
No estáis solos ni olvidados
Ya vamos quedando pocos
De los que vivimos, de los que sentimos,
Y que presenciamos vuestro asesinato.
Venimos aquí, para recordaos;
Y que no se olvide
Nunca el holocausto.
Que vuestros hijos y nietos
Y los hijos y nietos de vuestros hermanos,
También lo recuerden
Y aquí a este recinto,
Vengan, año tras año;
Hasta el fin del mundo
Para recordarlo.
Y sé que me oís, mi mente lo siente,
Que energía es la mente;
Y que esta energía
Está en nuestras mentes,
Y, ahí en los espacios
Forman las estrellas
Que allí se confunden
Con los demás astros.
Y os mando un saludo
El que me enseñasteis
siendo yo un muchacho,
Salud, camaradas, salud
y hasta que volvamos, el próximo año.
Máximo Sicilia. Ausejo, uno de mayo de 2.003.
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