Infancia: etapa formativa, competitiva, si nos inculcaron
el espíritu ganador como meta. Ausente de malicia, puede que mordida por una pizca de picaresca, es como la introducción de un libro, como el presbiterio de una iglesia , como el recibidor del hogar . Pienso, que si en los tres primeros años de nuestra vida se forman y modulan los archivos sobre los que descansará la estructura del edificio de la persona , como tal, es en la infancia, en la que e entre juegos y realidades, entre verdades y mentiras , entre lecciones y coscorrones , cimentamos la base del edificio que albergará nuestra existencia!
La madurez es otra etapa en la que se desarrolla lo mejor y lo peor de nuestra vida: es el nudo , el corazón de la novela , puesto que tras la introducción viene la parte dura de la vida, la de afianzarse , asentarse y tal vez esforzarse, según criterio, para alcanzar ese punto “ social” en el que mirar para arriba y observar abundancia, casi exceso de todo lo material, aunque no tanto de bienestar y de cariño y amor, te anime al inconformismo y a la superación , pero el mirar al rededor pero sobre todo para abajo, te hace pensar “ no estoy tan mal”, con la que está cayendo por ahí abajo !
En esta etapa te sitúas, te acomodas, pues el espacio es grande , como en la nave de una iglesia y en la que tienes la opción de estar sentado , de pie o incluso de rodillas , pudiéndote permitir hasta subirte al púlpito ( tribuna)si eres decidido o temerario.
No se cuando nos llega la veteranía , tal vez después de los cincuenta, o con la jubilación; hay , incluso quien no madura, por mucha vida vivida , malvivida o simplemente , vista como pasaba desde un lateral del camino, desde un burladero recio, intentando siempre buscar seguridad y refugio; no arriesgando ni un poquito de todo lo conseguido. Llega , porque es inevitable y el tiempo no se detiene; la vida no ofrece tregua, no es como ese partido de fútbol en el que , sofocados y cansados , los artistas rompen filas para beber, descansar , y así continuar ofreciendo el espectáculo!
Veterano es aquel , que superado el verano , y el otoño ya lejano , entró en un invierno frío, ni siquiera desesperanzador , pero austero ; áspero y duro , porque ya no llegas a alcanzar lo que hasta hace poco tiempo , acariciabas con tu mano. Oyes misa desde el coro, si subes en ascensor; has de poner desenlaces, si presumes de escritor, buscas el cuarto más cómodo, con cama grandiosa y tal , incluso hasta articulada para poderte tumbar , sin escaleras , sin trampas , sin bache o dificultad. Lo jodido es que la mente, en esta “ temprana edad” juega la mala pasada tal real, tan de verdad , que en ocasiones ofrece, cual espejismo veraz, imágenes de la infancia reales, edulcoradas, reminiscencias de la veteranía , insultante de lozanía y nos hace revivir, creo que esto no es malo, si nos lo creemos sí, episodios que pensamos que podemos repetir. No es peor lo que nos viene , que tiempos pasados ha, pero hemos de acomodarnos y habremos de conformarnos con determinados juegos, gozarlos desde el sofá.
Paco Moral ( 3-4-24)
Sobremesa post- mona
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