Los Reyes Magos son mencionados en las escrituras de la Biblia, concretamente en el evangelio según Mateo, que describe la llegada de visitantes al nacimiento del hijo de Dios. El texto sagrado relata cómo en Jerusalén los Magos atrajeron el interés del rey Herodes I de Judea al anunciar el nacimiento de Jesús.
Resulta curioso que los conocidos como "Reyes Magos" no fueran en realidad reyes en absoluto. En la Biblia se les describe como "magos" (del griego magós, que también significa ‘hombre sabio’), y en ningún momento se les describe como "reyes". No obstante, las tradiciones posteriores embellecieron la narrativa. Fue en el siglo III cuando se comenzó a considerarles como reyes, probablemente interpretando la profecía del Salmo 72:11 (“Caigan todos los reyes ante él”).
Incienso, oro y mirra
"Y al entrar en la casa, vieron al niño con su madre María, y postrándose, lo adoraron; y abriendo sus tesoros, le ofrecieron presentes: oro, incienso y mirra", reza el evangelio según Mateo.
El oro se relaciona con el poder; el incienso, utilizado habitualmente como ofrenda a los dioses, serviría para reconocer el lado divino de Jesús. Por último, la mirra se trata de un producto de color ambarino rojizo que se obtiene de la resina del Commiphora myrrha, un árbol que crece en el noreste de África, Arabia y Turquía y que exuda esta sustancia de forma natural. La mirra, por su parte, no parece tener un significado concreto.
¿Dónde están sus presentes?
Sus supuestas reliquias fueron trasladadas de Constantinopla (la actual Estambul), posiblemente a finales del siglo V, a Milán y de allí a la Catedral de Colonia en el siglo XII.
La estrella de Belén
En el Evengelio según San Mateo se describe que los Reyes Magos enunciaron lo siguiente: “¿Dónde está el niño que ha nacido rey de los judíos? Porque observamos su estrella al salir, y hemos venido a rendirle homenaje” (Mateo 2: 2).
Aún se desconoce si Mateo se refería a un acontecimiento astronómico real, o simplemente se trató de una referencia literaria. Algunos historiadores y científicos han argumentado que el nacimiento de Jesús pudo coincidir con algún evento, como una conjunción planetaria, como la acontecida en diciembre de 2020 entre Júpiter y Saturno. Otros han apuntado incluso que pudo coincidir con el paso del cometa Halley. Pero asociar estos acontecimientos al nacimiento de Jesús es problemático, no solo porque la propia fecha de su nacimiento es incierta (puede variar en un margen de seis años), sino también porque estos eventos son relativamente frecuentes a lo largo de los siglos.
¿Doce Reyes Magos?
La tradición oriental establece el número de magos en 12, pero la tradición occidental reduce el número a tres, probablemente basado en los tres regalos de "oro, incienso y mirra" (Mateo 2:11) presentados al bebé.
En el siglo V, fue el papa León I quien estableció oficialmente su número en tres para toda la cristiandad.
La Pascua de los Negros
También conocido como el día de San Baltasar, es una festividad celebrada en la época colonial en países como Cuba, Puerto Rico, México, Uruguay y Paraguay. Tradicionalmente, se dejaba descansar el día seis de enero a los esclavos procedentes de África.
Los Reyes Magos en el arte
La adoración de los magos, es decir, su homenaje al niño Jesús, se convirtió en uno de los temas más populares en el arte cristiano. En la Edad Media, la Adoración de los Magos a menudo se asociaba con otros dos acontecimientos importantes de la vida de Jesús: su bautismo, durante el cual la voz de Dios declaró públicamente que Jesús era su hijo, y las bodas de Caná, en las que reveló su identidad divina cambiando el agua en vino. Los tres eventos, comúnmente celebrados en un mismo día festivo, se representaban con frecuencia juntos en las esculturas monumentales que decoraban las iglesias de la época.
¿Cuál es el origen del roscón de Reyes?
El origen del tradicional roscón –bollo dulce cubierto de fruta y relleno de nata, crema o chocolate– parece situarse en la Antigua Roma durante las fiestas de Saturnalia o las Saturnales. En invierno, cuando los días comenzaban a hacerse más largos, era costumbre dar el día libre a los esclavos y lacayos, y regalarles unas tortas redondas de higos, dátiles o miel que escondían en su interior un haba. El esclavo que tuviera la suerte de encontrarla sería nombrado "rey de reyes" por un tiempo limitado.
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