La ciudad encantada, era gobernada por el rey Progreso y la reina Civilización; sus hijos los príncipes Amor y Cultura.
En aquel país, no se conocía maldad alguna, pero el hada buena, estaba preocupada por el resto del mundo, existía el peligro de que los países fronterizos vinieran a conquistar con sus costumbres y ruindades aquel floreciente y feliz territorio. Ante ésto, se temía la conquista que sería catastrófica ya que poseían toda clase de armamento. ante ésto, los príncipes Amor y Cultura, decidieron hacer una expedición por los países vecinos, allí se encontraron con miles de soldados con toda clase de armas de guerra, pero ésto no les hizo retroceder. El enemigo, al verles sin armas no tuvieron valor para atacarles y ni un disparo, ni una orden se escuchó, esperando con extrañeza de que consistía la hazaña. Mas su asombro creció, cuando al llegar a ellos, en vez de tiros, repartieron libros, y en vez de insultos, palabras cariñosas. Tan bien trabajaron los hombres de Amor y cultura, que la ciudad entera se sometió a sus doctrinas... Y asi fueron conquistando todas las naciones.
El mundo entero se había sometido; ya no existían ni razas, ni fronteras; todo se denominaba bajo el nombre de Humanidad. Los hombres, con las enseñanzas de Amor y Cultura; se llevaron como hermanos, y todos trabajaban por un bien universal, sin ningún signo de vasallaje. ¡Ni déspotas, ni esclavos; ni potentados, ni humildes!
Con la muerte, terminó su reinado el rey Progreso, y al trono subieron, Amor y Cultura, continuando esa grandiosa obra.
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